Hace un par de días, recibí una llamada de la pequeña Helena, mi prima de 9 años. Resulta que en el cole, que es bilingue de francés, hoy iban a celebrar La Chandeleur, y cada niño tenía que llevar crepes para el almuerzo. Ella me propuso que sería una buena idea para una entrada en el blog, y así ha sido, esta tarde, para sobrellevar el frío siberiano, mis primejas han venido a merendar a casa, y así hemos celebrado nuestro particular día de la Candelaría, La Chandeleur, o el día de la marmota!
Cuando os he mencionado lo del frío, no era exageración en ningún momento, aquí os dejo una foto de la sorpresa con la que me he encontrado de camino al trabajo, toda una aventura llegar, y frío, muuuuucho frío.
Hoy 2 de febrero, se celebra en toda Francia el día de la La Chandeleur, una de las fiestas más populares de todo el país. Se trata de una fiesta religiosa que se lleva a cabo 40 días después de la navidad, en la que se conmemora la presentación del niño Jesús en el Templo de Jerusalén. En Tenerife, se celebra el día de la Candelaria, donde parece ser que la virgen María hizo aparición. Sin embargo, aunque esta fiesta tiene origen religioso, la adaptación que encontramos hoy en día tiene más que ver con una fiesta culinaria, que una fiesta de carácter cristiano.
Lo tradicional en Francia es que a la noche del dos de febrero se coman los famosos crepes. Cada miembro de la familia deberá cocer un crepe, guardando en una mano una moneda de oro. Esto, parece ser una especie de amuleto que sirve para proteger a la familia de la escasez económica a lo largo de todo el año.
La receta que hemos seguido es:
- 250gr de harina
- 2 huevos
- 1 cucharada sopera de aceite de girasol
- 1 cucharada sopera de ron o coñac (nosotras no le hemos echado)
- 1 pellizco de sal
- 1 cucharada (de las de café) de azúcar, con colmo
- Medio vaso de leche
- Medio vaso de agua
- Mantequilla para untar en la sartén
Mezclamos todos los ingredientes con la batidora, y se deja reposar en el frigorífico por lo menos media hora. En una sartén, no muy grande, untamos mantequilla cubriendo todo el fondo, una vez caliente, se vierte un poco de la masa, y se inclina la sartén para que quede bien repartida la masa por todo el fondo de la sartén. Se deja que se cueza y cuando está echa se le da la vuelta. Aquí es donde tenemos que darle la vuelta en el aire, con cuidado de que no se caiga al suelo, no se pegue en el techo, o Pepe (el perro de nuestras primas) no intente cogerlo al vuelo, jajajaja Vaya, casi que es más fácil darle la vuelta con una espátula.
Una vez hechas se rellena con lo que cada uno prefiera y a disfrutar de la Candelaria!
Seguro que han disfrutado muchísimo viendo como los hacías y sobre todo comiéndoselos :P
ResponderEliminarMi hermano antes hacía cada año con sus alumnos crêppes y se lo pasaban pipa haciéndolos en clase!!
Un besito y abrígate que telita con el frío que nos hace!
Mua Helenita!
Ayer fue el santo de mi madre!! No sabia la tradición de las crêpes... tendré que hacersela, ains... (a regañadientes... ñam ñam jaja)
ResponderEliminarYo he estado en La Candelaria, bonita localidad, os la recomiendo ;-)
Un saludo! Por cierto, de donde eres? que de nieve, no?
Pues soy de ALbacete, pero trabajo en un pueblo cerca de las lagunas de ruidera, a casi 80km de Albacete, el punto más alto de la provincia, y donde siempre siempre hace un frio de morir, y cae algún que otro copo de nieve, jejeje
Eliminarun saludo!